Blacklight Party, o como estar desubicada en Estados Unidos

El viernes pasado fuimos a una fiesta que organizaba una fraternidad de la universidad. Era en un bar del centro de Commerce y para allá que nos fuimos. Si ibas de blanco te cobraban menos, lo que es una fiesta ibicenca en España aquí es un Blacklight Party, pero el fundamento es lo mismo, si la fiesta nos gusta a todos…

Aquí las fotos pre-fiesta (¡por fin con tacones!)

Fue gracioso porque, a parte de alguna noche de fiesta en el Irish Rover en Salamanca, yo nunca había estado en una fiesta tan de rap americano y estaba un poco desubicada. Y es que señores, en España casi no bailamos. Hay mucho de copeteo y charla y tontería con los amigos, pero no tenemos esa costumbre de bailar en parejas ni de frotarnos con los colegas. Y aquí eso se lleva MUCHO. Yo cuando entre ahí y vi a todo el mundo botando, y al “frote frote” dije… uy, esto no va a ser la nochevieja universitaria. Debo decir que ya empecé mal. Me da hasta vergüenza contarlo porque fue un poquito humillante jaja pero ahí va… Aquí, cuando eres menor de edad, no es que no te dejen entrar a los sitios, sino que te marcan en las manos para que nadie te venda alcohol. Algo muy ‘sutil’, nah, una cosa tonta, sin importancia… COMO A LAS VACAS. Vamos, que te plantan dos cruces como dos camiones en las manos, que te betan el alcohol para toda la noche porque se ve a kilómetros. Bueno, pues en la fiesta como yo no tenía la identificación americana (y parece que el pasaporte no lo entienden…) pues me marcaron como menor. ¡Pero si tengo 27 recién cumplidos! En fin… Aquí esta la foto con las ‘marquitas’… Obviamente, todo el mundo se reía jajaja ¡qué suerte la mía!

Vaya cabreo jajaja pero bueno, me lo tomé con humor porque es la mejor manera de tomarse las cosas. Por lo demás, la fiesta estuvo bien y fue un momento de descubrimientos de como se fiestea por aquí, no estuvo mal. A la próxima intentaré bailar mejor, lo prometo.

Ese día me puse mis tacones aquí por primera vez y a las dos horas tenía un dolor de pies… ya sabéis chicas, hay que sufrir un poquito.

Y ese es el resumen de la noche de costumbres americanas.

Me leeréis pronto 😉

Besos raperos!

Mónica